Para las palomas, la lluvia puede ser algo positivo o negativo. Los días de llovizna, pueden ayudar a las palomas sobre todo en épocas calurosas, ya que se refrescan mientras vuelan o se dan un baño en algun charco. La lluvia fuerte lo que hace es forzar a las palomas a bajar para refugiarse, sus plumas se mojan y se vuelven más pesadas dejando de funcionar como deberían.
Cuando las palomas bajan de formas forzada, existe el riesgo de que choquen con objetos que puedan lastimarlas, siendo también víctimas más fáciles para los depredadores. Cuando llueve, estas aves se refugian en lugares como pueden ser infraestructuras.
Al terminar de llover, las palomas tienen que secarse para poder volver a volar bien nuevamente.
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